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Cómo evitar la halitosis o mal aliento.

Cómo evitar la halitosis o mal aliento.

¿Qué es la halitosis?

La halitosis o mal aliento es un problema muy común; hablamos de ella cuando nuestra boca despide un olor desagradable. En estos últimos años que hemos vivido en pandemia, muchxs de nosotrxs nos hemos notado en algún momento mal aliento al llevar mascarilla y respirar nuestro propio aire exhalado.

La halitosis no es una enfermedad como tal si no un síntoma o signo visible de una circunstancia. Pero tiene más importancia de lo que parece ya que, cuando esta persiste en el tiempo, afecta a las relaciones interpersonales en cualquier ámbito (afectivas, sociales, profesionales).

Su nombre deriva del latín halitus (soplo, exhalación, aliento) más el sufijo griego -osis que implica enfermedad o alteración. También se le donomina en el clínica bromopnea o fetor ex ore. En la calle tiene “peores” nombres.
Así que el problema está más que localizado; ahora vamos a las razones.

Mal aliento o halitosis.

Mal aliento o halitosis. No hay diferencias entre edades y grupos de edad.

Causas del mal aliento.

No se si habrás escuchado pero hasta no hace mucho se decía que tener mal aliento era signo de un problema estomacal o digestivo. Es falso. El 90% de los casos ocurre como resultado del metabolismo bacteriano en tu boca. Sí, tu microflora oral es la causante.

El 10% restante se debe a trastornos otorrinolaringólogos (resfriados, sinusitis, anginas, apnea del sueño…) y rara vez, a alguna enfermedad sistémica (normalmente, relacionada con el hígado o el riñón).

El mecanismo es sencillo: las bacterias (normalmente anaerobias gram-negativas) que están en nuestra boca interaccionan con el aire, detritus, saliva, sangre, azúcar… activando su metabolismo y generando compuestos sulfurados volátiles que son los que general ese desagradable tufo.

Además, la lengua es dónde se localiza. Por su función y emplazamiento dentro de la cavidad bucal alberga uno de los reservorios bacterianos más importantes de la ecología humana. Su estructura (papilas, ranuras y morfología, sobre todo, del dorso) favorece la acumulación de restos bucales y microorganismos. El caldo perfecto para la halitosis.

¿Qué situaciones las promueven?.

El mal aliento está condicionada por:

Mala higiene bucodental. Blanco y en botella. No te lavas los dientes, generas más restos; a más restos, más candela a las bacterias; a más bacterias, más productos metabólicos sulfurados originarios del mal olor.

Caries. Ídem.

– Enfermedad periodental. Favorecen el aumento de bacterias anaeróbicas, sangrado o inflamación incrementando los sustratos proteicos sulfurados.

– Ingesta inadecuada de alimentos como azúcares, ajo, cebolla. Algunas de estas especies bacterianas productoras de compuestos de azufre volátiles son patógenos periodontales cuya energía procede de carbohidratos y proteínas.

– Fisonomía de la cavidad bucal. Hay personas que, por su forma de lengua, paladar, faringe, etc, favorecen el acúmulo de mocosidad, detritus o nutrientes.

– Fumar o consumir alcohol. Ambas drogas producen sequedad e irritación de las mucosas, por lo que no existe una correcta oxigenación.

– Sequedad bucal o xerostomía. La falta de salivación provoca que la boca no se oxigene de manera adecuada y los microorganismos causantes de la halitosis, principalmente bacterias anaerobias, encuentren un medio óptimo para su crecimiento.

La toma de ciertos medicamentos que producen sequedad bucal como efecto adverso.

Fumar provoca mal aliento.

Fumar no es bueno para nada, tampoco para tu hálito.

Consejos para la prevención y control de la halitosis.

Llegar a este diagnóstico es relativamente sencillo; suele ser tú mismx o alguien de tu entorno quién lo destapa. Pero la vergüenza que provoca todavía este tipo afección hace que, en ocasiones, se alargue en el tiempo sin darle solución alguna o en esta es inadecuada/ineficaz.

Te aconsejamos estos hábitos para eliminar o mitigar el mal aliento:

1. Cepillado después de cada comida. Y sobre todo, dedícale el tiempo que necesita un buen cepillado.
2. Hilo dental, al menos, una vez al día y, preferiblemente, por la noche.
3. Limpiador lingual, al menos una vez al día.
4. Beber agua de forma frecuente a lo largo de la jornada.
4. Colutorio en caso de ser prescrito. Importante que nos consultes ya que algunos pueden crear un efecto rebote.
5. Visitar a tu dentista para comprobar la buena salud de tus dientes y encías.
6. Eliminar hábitos perjudiciales (exceso de azucar, fumar, alcohol, comidas copisas…).

Cepillo, limpiador lingual y tiempo.

Cepillo, limpiador lingual y tiempo. La combinación perfecta contra la halitosis.

En una boca sana con una higiene dental adecuada, el aliento no debe tener ningún olor especial. Pero si sientes o sienten que tu hálito no huele bien, acércate por nuestra clínica en Torremolinos y evaluaremos tu situación para pautar el mejor tratamiento. Confía en nosotrxs. Hasta pronto 🙂

Fuentes:

Colegio Oficial de Dentistas de Extremadura.

Ilustre Colegio Oficial de Dentistas de la Región de Murcia.

Colegio Profesional de Higienistas Dentales de la Comunidad de Madrid.